miércoles, 26 de abril de 2017

FIESTAS DE SAN MARCOS EN CHERIN

Hay costumbre por toda la Alpujarra de  hacer unos roscos de pan

para el Santo, que se reparten también entre la gente, se bendicen en la misa y también se bendicen los campos para que haya buenas cosechas
San Marcos Evangelista, Mayo a la vista
Por San Marcos, el melonar y calabazar, ni nacido, ni por sembrar
Por San Marcos en el suelo habra charcos
Un dia estupendo este año se equibocó el refranero
















miércoles, 19 de abril de 2017

ROMANCE DE LA ALPUJARRA DEL PASADO



DE MIGUEL J. CARRASCOSA SALAS

Romance de La Alpujarra del pasado...

Árboles y riscos,
romeros y jaras
cubren las laderas

de Las Alpujarras.
¡Qué bellos parajes
conserva mi tierra:
barrancos y cimas
con la nieve prieta;
bosques de castaños
sobre las laderas,
y enhiestos nogales,
con sabrosas nueces,
en altos bancales!

Y en rocas cimeras,
dominando valles,
altivas murallas

de almenas y adarves,
que guardan la tierra
de "asaltos° y lances.

¡Qué recia su gente,
curtida en mil soles,
en cierzos hirientes!

De palabra exacta,
de mirada noble,
que espera, paciente,
con lluvias y soles,
mejorar la hacienda,
rebosar los trojes.

Cubiertos de polvo
y de sol ardiente,
los viejos braceros
de Las Alpujarras

queman los rastrojos
del trigo reciente.

Sus labios, resecos
por el gran esfuerzo,
se inclinan, candentes,
hacia el arroyuelo,
que canta canciones

de nieves eternas
y apaga sus fuegos...

Rimando palabras
de amor y requiebro,
caminan los hombres
al compás del viento.

Regresan del monte
después de la briega,
con la frente alta
y el alma, serena.

En tomo a la mesa
de la vieja casa,
consumen la cena
que cocinó el ama.

Y todos reunidos
junto a los abuelos,
se cuentan historias
de amores y dramas,
de hazañas y duelos.

Los hombres, vencidos
por tantos esfuerzos,
descansan, rendidos,
en sus aposentos,
soñando con hielos,
escarchas y vientos,
con lluvias y soles,
otoños e inviernos;
con granos dorados
en prietos trigales,

que colmen los trojes
de mies abundante,
y sacien el hambre
de chicos y grandes.

Sobre las besanas,
los viejos braceros
de Las Alpujarras
siguen arrojando,

con los mismos ritos,
sueños y esperanzas...

¡Qué hermosa es mi tierra,
con nieves y mares
orlando de plata
sus verdes parajes!

















domingo, 2 de abril de 2017

GERALD BRENAN EN YEGEN- LA ALPUJARRA



Gerald Brenan           

Brenan menciona la existencia de ciertas coplas cantadas en el ámbito de su aldea, Yegen. Estas dos baladas referidas son «El romance de Catalina de Granada» y la que comienza «¿Dónde vas buen caballero?». La primera de ellas la recogió el autor de boca de su criada María; el segundo romance lo tomó de Ángela, mujer de la que tuvo una hija.
Coplas de Catalina de Granada

[de María]
En Granada hay una niña,
en Granada hay una niña
que Catalina se llama,
ay sí, que Catalina se llama.

Su padre era un perro moro, (bis)
su madre una renegada,
ay sí...

Todas las horas del día (bis)
su madre la castigaba,
ay sí...

Porque no quería hacer (bis)
lo que el padre le mandaba,
ay sí...

Le mandó a hacer una rueda (bis)
de cuchillo sin navaja,
ay sí...

Ya está la rueda hecha (bis)
y las andas preparadas,
ay sí...

Iba un ángel del cielo (bis)
diciéndole a Catalina,
ay sí...

«Catalina, sube, sube (bis)
que Jesús te está llamando»,
ay sí...

Mientras Catalina sube, (bis)
su padre echa a buscarla,
ay sí...

Catalina no la encuentra. (bis)
Catalina muerta estaba,
ay sí...

La Virgen de los Dolores (bis)
la estaba amortajando,
ay sí...

La campana de la Gloria (bis)
por Catalina tocaba,
ay sí...

Y también la del Infierno (bis)
por todos los de su casa,
ay sí...



 


Balada
[de Ángela]

«¿Dónde vas, buen caballero?
¿Dónde vas tú por ahí?» 


«Voy en busca de mi esposa:
hace tiempo que no la vi.» 


«Tu esposa ya se ha muerto:
muerta está, que yo la vi,
y las señas que llevaba
yo te las puedo decir.» 


«Llevaba un vestido blanco
con estrellas de marfil

y el velo que la cubría
era un rico carmesí.» 


«Los zapatos que llevaba
eran de un rico charro,
regalados por Alfonso
la noche que se casó.» 


«Cuatro duques la llevaban
por las cortes de Madrid.» 


Al pasar por un barranco,
una sombra vi salir.

Contra más me quito de ella,
más se acerca para mí.
«No te asustes, caballero.

No te asustes tú de mí.» 

«Que soy tu querida esposa
que te salgo a recibir.»
«Si eres mi querida esposa,
echa los brazos por mí.»


«Los brazos que te abrazaban
a la tierra se los di.
Cásate, buen caballero,
cásate, no estés así.» 

 
«La primer hija que tengas 
 
ponle Laura como a mí.

Esas dos hijas que tienes 


sácalas a divertir.»