viernes, 24 de junio de 2016

DARRICAL,PANTANO BENINAR, LUCAINENA DE LA ALPUJARRA



PANTANO BENINAR
 
Situado donde estaba el pueblo de Beninar, que quedó bajo sus aguas, en el valle del río Grande de Adra, entre Sierra Nevada, la Sierra de Gador y la Sierra de la Contraviesa. Entre Turón y Darrical, carretera A-6400. Es un paraje muy bonito y digno de visitar. Sus aguas le vienen en su mayoría del rio Grande de Adra, y de numerosas ramblas que llegan hasta él. Los paisajes son estupendos, con vistas de Sierra Nevada.









                     


 







LUCAINENA DE LA ALPUJARRA


Pertenece al municipio de Alcolea, por la A-6400, está al margen del rio Grande de Adra, en la ladera de la montaña. Pueblo morisco, con sus calles empinadas, casas blancas adornadas con plantas y flores, con  típica arquitectura Alpujarreña. Después de las revueltas moriscas fue repoblada por gente de Extremadura principalmente. Destaca su iglesia dedicada al Santo Cristo del Consuelo del siglo XVI, probablemente fue una mezquita en tiempos de los moriscos. Aun se conserva el lavadero, muy antiguo.















DARRICAL


 

Pertenece al municipio de Alcolea, lo encontramos en la carretera A-6400, entre el pantano de Beninar y Lucainena, en La Alpujarra Almeriense.

Su origen tal como lo conocemos hoy, se remonta a los siglos XV y XVI,

Como en toda la Alpujarra después de la reconquista, la repoblaron con gente de todos sitios.

Por la parte baja pasa el rio Grande de Adra, (frontera natural entre Granada y Almería), con caudal todo el año. Típico pueblo Nazarí, blanco, calles empinadas y su iglesia, de estilo mudéjar, del siglo XVI. Muy pequeño, pero todavía vive gente. En un tiempo, se ve expuesto a la expropiaron de las vegas y fincas de secano, porque, al hacer el pantano de Beninar, quedaría la parte baja, donde está la vega y demás cultivos, inundada, y ¿de que iban a vivir los lugareños? , pero no fue así y se ha ido habitando, aunque tiene muy pocos habitantes, se ven los cultivos, y las pocas calles con sus plantas que dan colorido a este singular pueblo.

Se respira un aire puro y limpio con aromas de las plantas y hiervas que es una maravilla, el rio nunca está, seco ni en verano, agua fresca y pura. Sus casas, algunas son muy antiguas, otras las están reformando, pero sigue conservando ese aire Alpujarreño morisco